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Arte e Ideas

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Dr. Lakra, a doble contracorriente

Presenta una revisión de su obra en el Museo Amparo de Puebla. Su trabajo ha saltado del mundo del tatuaje al de los museos y al mercado de arte.

Érase que se era un tatuador. Llegaba a todas partes con su maletín, así que le empezaron a decir "el doctor". Era muy exitoso. Tan exitoso que un día tatuó a más de 30 personas; 20 de ellas le pidieron el mismo tatuaje.

Y la alegría de tatuar se acabó. O se transformó. Decidió que ya no quería tatuar a gente que quería marcarse la piel para ser igual a todos los demás.

Esta es la leyenda del Dr. Lakra. Una versión, al menos. Porque el Dr. Lakra es alguien a quien no le gusta hablar de sí mismo, así que las historias sobre él corren con libertad. Que fue apadrinado por el legendario tatuador Ed Hardy. Que aprendió a tatuar en El Chopo, que si fue en Los Ángeles, que con los monjes tailandeses.

Yo nunca tatué en El Chopo , aclara parco el Dr. Lakra. Está terminando de instalar su más reciente exposición, una extensa revisión de su breve obra, en el Museo Amparo de Puebla. En el fondo se escucha música calypso que sale de un iPod.

Empecé a tatuar en el ‘91, más o menos. En el ‘93 abrí con unos amigos Dermafilia, pero eso ya se acabó, ya se echó a perder, aunque ahí siga todavía ese lugar .Dermafilia fue un punto de quiebre en la historia del tatuaje en el DF. Ubicado en Coyoacán, el estudio fue la entrada en sociedad de la cultura del tatuaje: ya no había que ir a escondidas a algún rincón de la periferia de la ciudad. Hoy muchos guardan como reliquia los tatuajes de Dr. Lakra hechos en Dermafilia.

Sin embargo, la obra con la que Dr. Lakra ha saltado del mundo todavía astroso y libre del tatuaje al de los museos y al mercado de arte (donde hay menos libertad, pero se gana mejor dinero, según explica él mismo), es el grabado y la ilustración.

El golpe de timón a su carrera, de tatuador a artista, ha sido cuestionado por romanos y cartagineses. Es una doble contracorriente, lo de Lakra: está fuera del estudio de tatuajes, incómodo en los museos y las galerías.

La mayor parte de su obra se conforma de lo que en el elegante mundo del arte se llama intervención de material: Dr. Lakra toma materiales previos (fotografías, revistas, cuadros) y sobre ellos graba la iconografía del tatuaje. Un retrato de Pedro Infante con las marcas faciales, reservadas para los líderes tribales, de los maoríes. Una serie de fotos eróticas sacadas del semanario Vea, mujeres de los 40 marcadas como rockeras de los 90. Un efigie del sacerdote Agustín Pro convertido en Mara Salvatrucha por obra de las letras M S bien grandes en su frente.

Como hace notar Pedro Alonso, el curador de la exposición, su habilidad para el dibujo es notable. Los tatuajes sobre las fotografías están en perfecta perspectiva, no se ve sobreimpuestos o fuera de lugar, respetan los pliegues de la piel y las sombras originales de las fotografías.

Lo fácil es decir que el talento le viene de herencia genética, porque el nombre de Dr. Lakra es Jerónimo Toledo, el hijo rebelde de Francisco Toledo.

Por cierto, Dr. Lakra, ¿ha tenido tu padre influencia sobre tu obra?

Crecí en una casa donde había grabados y dibujos en todas partes, pues ya con eso, ¿no? . Lo dicho: al Dr. Lakra no le gusta hablar de sí mismo.

Y está bien. Su obra es ya lo bastante contundente: habla de una imaginación activa, de una mano precisa, en completo control, y de una cultura amplia. Recorriendo la exposición uno puede empaparse de las distintas tradiciones de tatuaje que le interesan al artista. Están los ya mencionados tatuajes maoríes, clásicos, los de los marineros del siglo XVIII: naipes, dados, mujeres desnudas, calaveras. También la iconografía de las pandillas latinas de Los Ángeles, la tradición budista y la de la agrupación criminal japonesa yakuza.

La entrevista, que hasta ahora le aburría, se anima un poco cuando se le pregunta por su interés actual por los tatuajes filipinos.

Es bien interesante, fui hace unos años a verlo yo mismo. Hay dos iconografías chocando. Por un lado los tatuajes tradicionales tribales de Filipinas, que ya solo se encuentran en zonas muy asiladas y entre gente mayor, y por el otro lado en Manila hay una escena urbana muy fuerte, ya con referentes occidentales dice Lakra, veo una gran conexión con México, también fueron conquistados por los españoles, son cristianos tardíos, tienen una gran influencia de los gringos .

Claramente el Dr. Lakra sigue entendiéndose a sí mismo como un tatuador. Todavía publica cada tanto un fanzine, una suerte de catálogo de los diseños de tatuaje que le interesan. Circula entre los estudios y el mercado del Chopo. Sigue tatuando, pero solo si me convencen, si me gusta la idea que traen, me chocan los que bajan sus diseñitos de internet .

Dr. Lakra, revisión

Museo Amparo

Dirección: 2 Sur #708, Centro Histórico, Puebla.

Fecha: Miércoles a lunes, de 10 de la mañana a 6 de la tarde.

cmoreno@eleconomista.com.m

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