Alertan crisis humanitaria por política migratoria de EU

Ante la declaración de emergencia de la frontera con México, realizado por el presidente Donald Trump y el endurecimiento de las políticas migratorias, especialistas sobre temas migratorios indicaron la posibilidad de una crisis humanitaria que traerá consigo un impacto significativo en términos sociales, económicos y de derechos humanos. 

Jesús Sierra, coordinador de Incidencia en el Servicio Jesuita a Refugiados México, detalló que “aunque se han presentado acciones y estrategias para atender la situación, hay muchas personas que no encajan en los supuestos planteados, como quienes llevan décadas en Estados Unidos y han perdido el vínculo con sus comunidades de origen”.

En el ámbito de seguridad, Sierra consideró fundamental implementar medidas específicas para proteger a los migrantes durante su traslado a comunidades receptoras. Señaló la urgencia de evitar que estas personas sean víctimas del crimen organizado o de redes de tráfico humano.

Xóchitl Pimienta, directora del Departamento de Relaciones Internacionales del Tecnológico de Monterrey, señaló que el regreso masivo de migrantes no solo implica desafíos logísticos, sino también humanitarios.

La experta mencionó, en entrevista con El Economista, que algunos migrantes intentarán regresar a sus comunidades, mientras que otros se quedarán en la frontera con la esperanza de cruzar nuevamente.

Además subrayó que esta dinámica incrementará la presión en los servicios consulares y humanitarios de México, ya que también se sumarán personas de otras nacionalidades que buscarán ser tratadas como mexicanos para evitar ser deportadas a sus países de origen.

“No va a haber capacidad de parte de México para atender no nada más a nuestros connacionales, seguramente como ha pasado, siempre va a haber muchas personas de otras nacionalidades centroamericanas y sudamericanas (...) Y eso nos va a suponer todavía más presión”, mencionó la especialista.

Según Pimienta, con el programa “México te abraza”, el gobierno federal, busca fortalecer la red consular y proporcionar una recepción integral a los migrantes. Sin embargo, advirtió que “va a haber retos logísticos y financieros fuertes para atender a miles de deportados de manera simultánea”, especialmente en comunidades fronterizas donde la presión podría ser mayor.

A pesar de esto, consideró acertadas las acciones anunciadas por la presidenta Claudia Sheinbaum, como la expedición expedita de documentos, la entrega de apoyos económicos, por unos 2,000 pesos, para traslados y la colaboración con gobiernos estatales, organismos internacionales y el sector privado.

Arturo Gómez Padilla, subdirector de Programas de Asylum Access México, comentó que el plan presentado por la mandataria que contempla otorgar tarjetas con 2,000 pesos y empleo temporal a los migrantes deportados, son insuficientes frente a la magnitud del problema.

“Estamos hablando de cientos de miles de personas; la capacidad de respuesta para otorgar estas tarjetas no es tan rápida como uno quisiera”, explicó.

Cierre de frontera

Ayer el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tras tomar posesión del cargo declaró emergencia nacional en la frontera sur de su país.

“Lo primero, voy a declarar la emergencia nacional en la frontera sur del país. Toda entrada ilegal será detenida inmediatamente y comenzaremos el proceso de devolver a millones y millones de extranjeros delincuentes a los lugares de los que venían”, dijo.

Ante esto, Gómez Padilla expresó su preocupación por las implicaciones en derechos humanos.

“El ejército actúa bajo protocolos distintos a los de las instancias locales, lo que suele derivar en violaciones masivas de derechos humanos”, afirmó, al tiempo que recordó incidentes previos como la separación de familias durante el mandato anterior de Trump.

Por su parte, la académica del Tec de Monterrey indicó que el cierre de la frontera norte de México podría provocar la saturación de los sistemas de recepción en los estados fronterizos de México y Estados Unidos, deteriorando la cooperación bilateral en temas como comercio y seguridad; así como posibles violaciones a los derechos humanos, especialmente hacia niños y familias, quienes enfrentarán separación y estigmatización.

En este contexto, Pimienta destacó la interdependencia económica entre México y Estados Unidos como un factor clave para negociar soluciones conjuntas ya que, señaló, el T-MEC y la cooperación en temas como seguridad y crimen organizado podrían facilitar acuerdos bilaterales.

“La otra es que, seguramente, va a ver muchísima presión de la comunidad internacional, incluyendo organismos como la ONU, que podría respaldar a México para respetar los derechos humanos y las normas internacionales de las cuales Estados Unidos y México son signatarias.

“Otra es que, si bien hoy somos testigos del inicio de una nueva etapa en esta relación bilateral, la historia entre México y Estados Unidos ha sido de mucha cooperación y de negociar acuerdos muy complejos”, precisó Xóchitl Pimienta.