Del think tank a candidato de Morena

Quienes lo conocen por su carrera académica y su contribución a la investigación económica pensarían que Enrique Cárdenas Sánchez sería de color blanquiazul.

El académico se dice abierto defensor de las reformas educativa y energética, a lo cual se ha opuesto con fuerza Morena, el partido que ahora lo propone como aspirante para contender por la gubernatura de Puebla en el 2018.

No es la primera vez que Cárdenas recibe una invitación para participar en el escenario político. Antes sentía que podía contribuir más desde afuera, en las trincheras del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY), un think tank, donde fue director desde abril del 2005 hasta el 1 de septiembre pasado. Ahí se encargaba de promover la creación de políticas públicas en materia de salud, educación y movilidad social.

Su equipo unió fuerzas con otras organizaciones civiles que buscaban acabar con la corrupción y la ineficiencia de las instituciones públicas. Constantemente presentaban estudios e investigaciones que mostraban la falta de rendición de cuentas por parte de las autoridades federales y estatales. Además, hicieron propuestas para mejorar el sistema político, pero Cárdenas siente que nada ha cambiado.

Dos situaciones tocaron los límites de su hartazgo y frustración. Una fue la designación de Paloma Merodio como vicepresidenta del Inegi a inicios de este año, pese a críticas de académicos e instituciones civiles, que argumentaban una falta de experiencia. Al académico también lo desmotivó el retraso del Sistema Nacional Anticorrupción.

Ello llevó a Enrique Cárdenas a aceptar la propuesta de Morena, quien buscaba un perfil ciudadano.

Las organizaciones civiles no tienen autoridad pública, sólo moral. Necesitamos crear contrapesos reales porque los que tenemos no funcionan. Hay que entrarle y cambiar de ruedo (...) las organizaciones civiles como el CEEY, Fundar, México Evalúa, IMCO han hecho un buen trabajo al difundir información, pero a la mera hora, las decisiones están del otro lado del ruedo , contó a El Economista en su primera plática como aspirante a la gubernatura de Puebla.

A sus 63 años, considera que buscar un lugar en la política es un paso adelante al activismo que se hace desde las think tanks del país. Es llevar a la práctica todo en lo que se ha insistido (...) que alguno brinque como yo lo hice sería buena idea, sobre todo para crear contrapesos porque los que tenemos no funcionan .

Hay diferencias entre lo que yo pienso y lo que ha expresado López Obrador. Por ejemplo, yo estoy a favor de la reforma energética y educativa (...) Quedamos en enfatizar las coincidencias, pero yo no negaré las diferencias .