Dan a chiquillada el triple de recursos que al empleo

Acusados históricamente de ser rémoras de la política e incluso de ser negocios familiares, la denominada chiquillada de los partidos políticos se coloca en el centro de la polémica, porque el presidente Felipe Calderón busca elevar mediante la reforma política los requisitos para que éstos puedan conservar su registro y recibir recursos públicos.

Tan sólo el año pasado, la denominada chiquillada, conformada por PT, Convergencia, Partido Verde Ecologista de México y Nueva Alianza consumirán este año en conjunto un presupuesto de 853 millones 252,631 pesos, lo que representa, por ejemplo, el triple de lo que recibirá para operar en todo este año el Programa de Empleo Temporal (297.5 millones de pesos) y más de 45 veces más en comparación con el Programa de Abasto Social de Leche a cargo de Liconsa, que recibirá 16.2 millones de pesos.

Durante el 2010, el PT recibirá 204 millones; el PVEM, 271 millones; Convergencia, 178 millones, y Nueva Alianza, 199 millones.

Las dirigencias

El PT fue declarado inconstitucional en sus estatutos por parte del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) porque consideró que privilegian el voto por aclamación para elegir a sus dirigentes, donde Alberto Anaya lleva 19 años al frente de ese partido.

El PVEM es actualmente dirigido por Jorge Emilio González Martínez, hijo de Jorge González Torres, fundador del partido.

La dirigente del sindicato magisterial, Elba Esther Gordillo, ha reconocido públicamente que coadyuvó en la conformación del Partido Nueva Alianza en el 2006.

Antes de su desaparición el año pasado, en el Partido Socialdemócrata sus dirigentes, Patricia Mercado y Alberto Begné, se acusaron mutuamente de ejercer patrimonialismo personal con ese instituto político.

Igual que el PT, en el caso de Convergencia fundado por el expriísta Dante Delgado en 1999, éste es acusado por depender hasta junio del año pasado de las alianzas electorales que construyeron con el PRD.

Riesgoso subir a 4%

El expresidentes del IFE, Luis Carlos Ugalde, aseguró que el actual sistema de partidos es perverso porque éstos representan un negocio.

Hay que desvincular el registro del financiamiento y darlo sólo a aquellos partidos que hayan ganado cargos públicos, se le rembolsa el dinero; el sistema actual es perverso porque tener un partido es un negocio en sí mismo , destacó.

Sin embargo, consideró que subir el umbral de 2 a 4% para que un partido pueda conservar el registro sería riesgoso porque generaría más clientelismo.

Me parece que el umbral de 4% es riesgoso porque puede generar exclusión de algunos partidos y además generar más clientelismo para formar partidos , afirmó.

El problema, dijo, no es el umbral, sino el sistema de financiamiento, el cual debe reformarse para que el IFE sólo le entregue recursos a aquellos institutos políticos que hayan ganado cargos de elección popular.

Los riesgos

En el marco de las conclusiones del seminario que se realizó en el Senado para analizar la reforma política, la mayoría de los analistas coin­cidió en alertar sobre los riesgos de la misma tónica, Daniel Barcelo Rojas, catedrático del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, consideró inconveniente aumentar el umbral a 4 por ciento.

Debe mantener el umbral actual de 2%, pero con modificaciones que coadyuven a incrementar la representación territorial de los partidos políticos nacionales , es decir, exigir que para mantener el registro se acredite 2% de la votación en al menos dos terceras partes de las entidades federativas.

El jurista de la UNAM, Miguel Carbonell Sánchez, consideró que aumentar de 2 a 4% el requisito cerraría el acceso a ofertas partidistas minoritarias.

jmonroy@eleconomista.com.mx