Cervantes se hace a un lado para que avance fiscalía

A 12 meses de trabajo, Raúl Cervantes presentó ante la Junta de Coordinación Política (Jucopo) del Senado de la República su renuncia con carácter de irrevocable como procurador general de la República para que no existan impedimentos a legisladores de aprobar las leyes que aseguren una Fiscalía General de la República autónoma.

El hoy exfuncionario federal acudió a la Cámara Alta para entregar el documento “Desafíos y acciones para consolidar el Sistema Procesal Penal Acusatorio en México”. En este espacio aprovechó para anunciar formalmente su dimisión, misma que fue aceptada por el presidente Enrique Peña Nieto en la víspera, de acuerdo con información del coordinador del PRI en la Cámara Alta, Emilio Gamboa.

Raúl Cervantes informó de su determinación ante la presidenta de la Junta de Coordinación Política, Ana Lilia Herrera Anzaldo, acompañada de los coordinadores de los grupos parlamentarios, Emilio Gamboa Patrón, PRI; Fernando Herrera Ávila, PAN; Luis Sánchez Jiménez, PRD, y Carlos Puente Salas, PVEM, entre otros legisladores.

En dicha reunión Cervantes lanzó: “Algunos legisladores y políticos han utilizado mi nombre y mis supuestas aspiraciones como una excusa para ellos no avanzar en la aprobación de las leyes que permitirían mejorar las condiciones y herramientas con las que se procura justicia en nuestro querido México”.

Asimismo, indicó: “Espero que tanto la Cámara de Diputados como del Senado estén a la altura debida y aprueben a la brevedad las leyes que aseguren una Fiscalía General, procuradurías, y fiscalías en los estados eficaces, autónomas e independientes”.

Adelantó que la PGR concluyó las investigaciones respecto a uno de los mayores esquemas de corrupción internacional existentes en América Latina y en México. “El complejo esquema para corromper funcionarios, obtener contratos públicos de manera indebida y luego tratar de esconder el dinero mal habido en paraísos fiscales puso a prueba nuestra determinación y a nuestras instituciones”.

Opinan expertos

El antes y el después de la gestión de Raúl Cervantes Andrade, al frente de la PGR, es casi el mismo, con pocos aciertos, señalaron organizaciones civiles integrantes del colectivo Vamos por Más y Fiscalía que Sirva así como académicos.

La directora general de México Evalúa, Edna Jaime Treviño, precisó a El Economista que fue poco el tiempo en el que Cervantes Andrade se mantuvo al frente de la PGR lo que provocó un nulo avance en las deficiencias que mantiene la institución.

“Realmente estuvo muy poco tiempo como para poder operar un cambio estructural, pues creo que la deja muy parecida como la recibió, una institución con las deficiencias de nuestra Procuraduría tiene que reconstruirse, tiene que replantearse profundamente y pues no le alcanzó el tiempo a Raúl Cervantes. Lo que sí es que promovió un ejercicio de reflexión respecto a lo que debe ser la Fiscalía General de la República”, reconoció.

Jaime Treviño añadió que su dimisión es sorpresa ya que se tenía planeada la presentación de un modelo de fiscalía creado por instituciones de educación superior en el país la próxima semana.

Por su parte, el investigador del Instituto Nacional de Ciencias Penales (Inacipe), Martín Barrón, destacó que uno de los grandes problemas que tiene la PGR es la inestabilidad de los procuradores, por lo que se hace muy difícil evaluar sus gestiones.

“Como son cargos políticos y ésta es un poco la debilidad de esta misma función, el procurador en turno puede llegar con muy buenas intenciones pero la burocracia que hay adentro, los tiempos, el cambiar esto, se puede complicar, y, en un año querer cambiar esto es muy difícil”, indicó.

Barrón añadió que un pendiente de la PGR, y en general de las fiscalías y procuradurías estatales, es la capacitación de sus elementos en el Nuevo Sistema de Justicia Penal.

“Lo que sucedió con el caso de Javier Duarte es simplemente una muestra ¿Por qué razón?, porque muchos de los casos que se han llevado a la justicia con el sistema adversarial no han sido exitosos, por decirlo de alguna manera”, detalló.

A su vez, Pablo Girault, consejero de México Unido Contra la Delincuencia, precisó que la renuncia de Cervantes no cambia las cosas.

“Lo que los colectivos estamos pidiendo no es la cabeza de una persona o que se nombre a una persona en particular, lo que estamos pidiendo es que haya realmente justicia.

“Para que haya realmente justicia en el país, se necesita que el fiscal que entra sea verdaderamente autónomo, que sea una persona que va a perseguir los delitos, porque son delitos, no porque políticamente le conviene a alguien o no le conviene a alguien”, indicó.

Girault añadió que la protesta de la alía que Sirva no era directamente hacia Cervantes sino contra la manera que se eligió y lo que significa que una persona del mismo régimen pase a ser fiscal de la República.

Por su parte, María Elena Morera, presidenta de Causa en Común, acotó que los esfuerzos en adelante se deben centrar en la discusión del modelo de fiscalía que presentará el próximo 25 de octubre la UNAM y el dictamen ciudadano que se presentó recientemente sobre el tema, pues se busca que sea la base de donde parta la discusión sobre la fiscalía y el perfil del titular de ella.

Asimismo, el investigador del Inacipe Alberto Nava consideró que es lamentable que la salida del procurador se deba más a cuestiones políticas que laborales, además de que ahora —dijo— ya no hay excusa para que no se pueda votar en el Congreso por la nueva fiscalía.

“Queda abierto el espacio para que ya no haya más pretextos y se vote por la fiscalía autónoma y se nombre y se discuta el cargo”, dijo.

En tanto, los colectivos Fiscalía que Sirva y Vamos por Más emitieron un comunicado en el que precisaron que la renuncia de Cervantes abre la puerta para una discusión de Estado y no de gobierno para la construcción de la fiscalía en la que se incluya el debate del pase automático que se prevé hasta ahora en el artículo 102 constitucional.