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Mercados nerviosos ante cambio de estafeta
Para la reunión de la Fed del próximo 29 de enero, el mercado de futuros descuenta con una probabilidad del 97.9% que la tasa de referencia se quedará sin cambios en un rango de entre 4.25 y 4.50 por ciento.

Este lunes llega a la presidencia el republicano Donald Trump con sus nuevas políticas.
Arranca el 2025 y sin duda como dicen por ahí, “no hay fecha que no llegue y plazo que no se cumpla”, y por lo pronto, en Estados Unidos estaremos presenciando el cambio de estafeta presidencial, al pasar de un gobierno demócrata a uno republicano, donde un cúmulo de declaraciones ofrecidas por el presidente electo Donald Trump, previas a su toma de protesta, han logrado poner a los mercados nerviosos, sabiendo que habrá un cambio de timón importante el cual podrá ser respaldado por una mayoría republicana en ambas cámaras, facilitando la posibilidad de que éstas se lleven a cabo.
Hoy regresa la Administración Trump en una economía diferente a la que dejó cuando terminó su primer periodo presidencial, la cual ha venido luchando a través de los principales bancos centrales, incluido el de su país, por controlar las presiones inflacionarias que se dejaron sentir una vez que terminó la pandemia.
Tras un ciclo importante de alzas en las tasas de referencia, finalmente se ha logrado controlar la inflación pero también se ha venido desacelerando la economía global, por lo que los bancos centrales iniciaron desde el año pasado ya un ciclo de bajas en sus tasas de interés tratando de que la economía tenga un aterrizaje suave.
Así vemos cómo la segunda economía más grande del planeta; China, apenas logró el año pasado alcanzar niveles de crecimiento en su PIB del 5%, que sin duda ya lo quisiéramos en México, pero que para un país con la enorme población que tiene China, requiere tasas de crecimiento más bien cercanas al 10 por ciento.
A lo anterior, habría que sumar la grave crisis hipotecaria que atraviesa ese país, más altos niveles de endeudamiento y sin duda, tensiones comerciales con Estados Unidos que hoy enfrentan la amenaza de la Administración Trump de sufrir la imposición de nuevos aranceles a sus productos.
En el caso de la zona euro y Reino Unido, la economía también ha sufrido una desaceleración importante con una inflación que se ha venido ajustando para ubicarse cerca de los niveles objetivo.
En Estados Unidos; si bien es cierto que la inflación se ha venido ajustando en general, también ha demostrado tener una enorme resiliencia ya que su economía no se ha desacelerado en la misma proporción de los demás países, y hoy preocupa que tras todos estos esfuerzos por controlar la inflación, la política económica que podría anunciar la Administración Trump podría ser una expansiva en la que por ejemplo, se reducirían los impuestos corporativos, lo que podría generar de nueva cuenta presiones inflacionarias por lo que ya se anticipa que habrán menores recortes a la tasa de referencia este año, versus lo previsto el año anterior.
Por lo pronto, para la reunión de la Fed del próximo 29 de enero, el mercado de futuros descuenta con una probabilidad del 97.9% que la tasa de referencia se quedará sin cambios en un rango de entre 4.25 y 4.50 por ciento.
Tal y como se imaginan, cualquier cambio en la política económica de Estados Unidos, tendría repercusiones en el comportamiento de los mercados a nivel global.
Por el lado de América del Norte, Trump ha mencionado que en cuanto tome posesión, emitirá Órdenes Ejecutivas que podrían aplicar a México y Canadá aranceles del 25% a nuestro productos, lo cual tendría graves repercusiones en nuestra relación comercial, además de emitir una más relacionada con el problema de inmigración donde se ha rumorado que podría haber una deportación masiva de connacionales de Estados Unidos a México.
En ambos casos y dependiendo de la severidad de las medidas, es un hecho que el cruce de productos mexicanos por las fronteras de Estados Unidos se vería seriamente afectado.
Aún más grave, que todo esto suceda a un año de que nos vayamos a sentar a renegociar el T-MEC entre los tres países, ya que nos estaríamos sentando a negociar a la mesa ya en una posición de desventaja.
No cabe duda que vendrá un cambio radical de la política en Estados Unidos, tanto adentro como hacia afuera, por lo que los mercados estarán muy atentos y es claro que habrá episodios de volatilidad.