Una sola política vs el cáncer para todas las instituciones

En honor al Día Mundial contra el Cáncer celebrado ayer vale imaginar cómo sería si todos los que recibieran el diagnóstico de cáncer tuvieran acceso a una atención oportuna y de calidad.

Sería grandioso que todo paciente en el territorio mexicano, sin importar el estado o el poblado donde viviera pudiera ser atendido en el centro regional más cercano. Sería formidable que no hubiera pacientes ya diagnosticados obligados a esperar largos meses para recibir tratamiento; o que nadie tardara en ser diagnosticado por falta de acceso adecuado a una atención oportuna y especializada.

Ese sueño lo vienen teniendo desde hace más de una década muchos especialistas oncólogos y autoridades que conviven todos los días con esta imparable enfermedad en innegable fase epidémica y con crecimiento exponencial.

Desde el 2008, varios líderes y especialistas del Instituto Nacional de Cancerología (INCAN) vienen proponiendo acciones concretas para superar la brecha diferencial de atención del cáncer buscando. En principio proponen conformar una sola política que permita homologar la disponibilidad de recursos y de infraestructura a fin de lograr la misma atención contra el cáncer en todo México.

Después de diez años de ir proponiéndolo por todos lados, parece que los planetas se van alineando, y finalmente llegó la hora en llevar a la realidad el Programa Nacional de Prevención y Atención Integral del Cáncer en México. Se trata de que las distintas instituciones de salud del país se incorporen todas conjuntando recursos e infraestructura hacia ese mismo esfuerzo de combatir el cáncer bajo un mecanismo integral en todo el país.

El anuncio lo hizo el presidente Enrique Peña Nieto durante la Cumbre Mundial de Líderes contra el Cáncer que en noviembre pasado se llevó a cabo con gran éxito en México. Ahí el mandatario mexicano informó que pronto se echará andar este Programa Nacional de Prevención y Atención del Cáncer, y de hecho ya definió coordinador. Es el doctor Alejandro Mohar, exdirector general del INCAN, un especialista reconocido a nivel internacional y quien ha sido uno de los más activos impulsores de activar esa estrategia nacional, junto con el doctor Abelardo Meneses, actual director del INCAN.

Es algo de suma importancia porque con un esquema único contra el cáncer se podría superar la continua fragmentación de esfuerzos y recursos que al final resulta en una incapacidad de coordinar acciones, lo que a su vez ha derivado en una incontrolable mortalidad por cáncer.

El documento donde se plasma la estrategia nacional ha tenido varias versiones pues se ha venido actualizando y retomando experiencias de otros países con más camino andado en esto como Canadá, Inglaterra, Italia, Australia que atienden el cáncer bajo programas integrales.

Un primer paso vital es el Registro Nacional de Cáncer que ya lleva dos años de haber arrancado en Mérida, Yucatán. En abril del 2017 éste recibió un espaldarazo importante de parte del Senado al incluirlo en la Ley General de Salud con miras a integrar a varias ciudades centinela.

Un próximo reto será instaurar centros regionales de diagnóstico o centros de radioterapia para recibir pacientes sin distinción de si son derechohabientes del IMSS, ISSSTE o del Seguro Popular, todo bajo una coordinación única. Para ello ya se han levantado censos de equipo e infraestructura para cáncer existente en todo el país de modo que ya se cuenta con un diagnóstico situacional que plantea cómo fortalecer y optimizar los recursos existentes.

Sería grandioso que este mismo año se avance lo más posible en este esfuerzo interinstitucional y así el actual gobierno deje huella andando el primer trecho de un camino que permita optimizar recursos en cuanto a diagnóstico y tratamiento, así como en la prevención y detección temprana de cáncer.