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Paratletas en espera de patrocinios incluyentes
Cuando comenzó el 2020 creímos que los patrocinios deportivos crecerían entre un 5 y 10%. La agencia Two Circles estimó que la inversión superaría los 50,000 millones de dólares con Estados Unidos como principal mercado. Aún nadie hablaba de pandemia ni de cancelación de los Juegos Olímpicos de Tokio.
Las estimaciones nos parecieron congruentes, pero un poco alejadas de nuestra realidad. Las empresas que fabrican prótesis, ortesis y sillas de ruedas de alta tecnología abren los ojos hacia una realidad lamentable: sigue siendo muy complicado conseguir patrocinios para atletas con discapacidad.
Aunque la “cultura incluyente” es cada vez más frecuente entre las empresas, las personas con discapacidad motriz o intelectual siguen invisibilizadas. Una situación que se vuelve más notoria en México: no existen estímulos fiscales reales que fomenten patrocinios a deportistas adaptados.
No es un secreto que los Juegos Olímpicos han dejado deudas enormes a las ciudades organizadoras. Atenas, Londres o Río de Janeiro pagaron el costoso precio por las magnas justas en el 2004, 2012 y 2016, respectivamente. Según datos del Banco Mundial, en Atenas, el déficit presupuestario griego creció del 3.7% del PIB a 7.5%, una crisis en su economía nacional sin precedentes.
Aunque los Juegos Olímpicos son el evento deportivo más grande del planeta (con más de 10, 000 atletas de 42 disciplinas y de 134 países), aún no logran atraer la atención suficiente de la maquinaria publicitaria. Y si eso sucede en el deporte sin discapacidad, ahora imaginen lo que sucede en el deporte con discapacidad: el interés es nulo.
Lamentablemente, se sigue creyendo que el deporte adaptado es un terreno estéril para los negocios.
Recuerdo que, cuando participé con la comitiva de Ottobock en Río 2016, nos informaron que, a días de que comenzaran los Paralímpicos, sólo se había vendido el 12% de las entradas a las competencias, aunque el precio del boleto fuera bastante económico: unos 3 dólares.
Tener presencia de marca en eventos como los Juegos Paralímpicos no sólo sirve para construir una narrativa de responsabilidad social, sino para adquirir un compromiso real con las minorías.
En México, Ottobock apoya a dos atletas de alto rendimiento, ambos amputados: Gustavo Estrada, velocista de 100 metros, y Yaotzaneth Díaz, seleccionada nacional de basquetbol en silla sobre ruedas. A los dos se les regaló la prótesis deportiva y de uso diario, además de ofrecerles asesoría técnica y una beca para sus gastos. Estrada estaba a punto de calificar a Tokio, pero la pandemia pausó los eventos deportivos.
Para los paratletas el simple hecho de practicar profesionalmente el deporte que tanto aman es, en sí mismo, un regalo invaluable y una forma de fomentar la inclusión social de las personas con discapacidad.
La cancelación de Tokio 2020 fue sin duda un golpe duro para los que estamos involucrados en la justa. Sin embargo, Ottobock tuvo la suerte de que todo el equipo técnico que estuvimos a punto de enviar a Japón se quedó varado en Europa y pudimos posponer los vuelos, con lo cual las pérdidas económicas fueron nulas.
¿En qué consiste nuestro patrocinio al Comité Paralímpico Internacional? No pagamos dinero a los Juegos, sino que mandamos a un grupo de técnicos para que apoyen a los atletas con sus prótesis, sillas de ruedas o cualquier otro dispositivo que utilicen durante sus competencias. Les brindamos asesoría técnica las 24 horas y reparamos lo que sea necesario sin costo alguno. De esta manera, evitamos accidentes y ayudamos a los deportistas a relacionarse mejor con sus aparatos.
Muchos atletas utilizan dispositivos técnicos que están expuestos a una tensión extrema durante las competencias. Las sillas de ruedas, en particular, se dañan durante los deportes de contacto y esto puede sacar a los atletas del juego. Es por eso que un equipo de servicio técnico es indispensable.
Los Juegos Paralímpicos cuentan con un equipo internacional de técnicos (por el patrocinio Ottobock) y establece Centros de Servicio de Reparación Técnica cerca de la villa de los atletas, así como en lugares seleccionados de entrenamiento y competencia. También se tiene un Centro de Servicio Técnico de reparación móvil.
En actividades del patrocinio, cada año, organizamos Running Clinics en varias ciudades del mundo, con el objetivo de fomentar el deporte entre las personas con discapacidad e invitarlas a utilizar por primera vez una prótesis deportiva. De este tipo de semilleros han emergido atletas como el brasileño Vinícius Rodrigues, quien posee el récord mundial en los 100 metros. En México, la primera Running Clinic se realizó en diciembre pasado en la Universidad Iberoamericana.
Para Tokio 2020, la inversión de Ottobock contemplaba un cargamento de 18 toneladas en equipos y maquinaria, así como 17,300 repuestos. En Río 2016, se realizaron 2, 408 reparaciones, lo cual se tradujo en más de 10, 000 horas de trabajo. Todo esto, sin este patrocinio, resultaría muy costoso tanto para el Comité Paralímpico Internacional como para los atletas.
Ojalá que cada vez más empresas decidan incursionar en los patrocinios deportivos para las personas con discapacidad. Es necesario.
Ejemplo de paratletas con patrocinios individuales:
Vinicius Rodrigues (Brasil)
- Atletismo: 100 metros
- Discapacidad: amputación de pierna izquierda
- Algunos sponsors: Ottobock y Nike
Heinrich Popow (Alemania)
- Atletismo: 100 metros y salto de longitud
- Discapacidad: amputación de pierna izquierda
- Algunos sponsors: Ottobock, Bayer y Nike
Martín de la Puente (España)
- Tenis en silla de ruedas
- Discapacidad: síndrome de Proteus
- Algunos sponsors: Toyota y Tecnifibre
Omara Durand (Cuba)
- Atletismo: 100, 200 y 400 metros.
- Discapacidad: visual
- Algunos sponsors: Puma
Daniela Velasco (México)
- Atletismo: 1500 metros
- Discapacidad: visual
- Algunos sponsors: Nike
Twitter: @ottobock_mexico