COFEPRIS rezagada según la Auditoria Superior de la Federación

La Auditoría Superior de la Federación en su informe de cumplimiento financiero derivado de la revisión a la Cuenta Pública 2020, pleno año pandémico, encontró que la COFEPRIS tiene un escalofriante rezago en la emisión registros de medicamento de hasta 288 días naturales.

En cuanto a retraso de los tramites de registro la Auditoría de Cumplimiento: 2020-5-12S00-19-0238-2021 238-DS manifiesta lo siguiente: i) registro de medicamento genérico de entre 18 y 288 naturales; ii) modificaciones a las condiciones del registro sanitario de medicamentos 63  días hábiles; iii) prórroga de registro sanitario de medicamentos alopáticos entre 1 y 115 días naturales; iv) registro sanitario de medicamentos alopáticos, vacunas y hemoderivados, desfase de entre 105 y 142 días naturales; v) modificación a las condiciones del registro sanitario de dispositivos médicos, desfase de 123 días hábiles; vi) cesión de derechos del registro sanitario de medicamentos, desfase de 157 días hábiles; y vii) registro de equipos médicos Clase II desface de entre 21 y 61 días.

Sin contar con datos para determinar los motivos de tan descomunal rezago resulta escalofriante, toda vez que la autoridad cuenta con 180 días naturales para dar respuesta a una solicitud de registro. Es decir, la COFEPRIS tardó en plena pandemia dos años en otorgar un registro sanitario de medicamento.

En fin, los retrasos en la emisión de las resoluciones de COFEPRIS son una constante en las auditorias, el INAI, el poder judicial y el OIC de COFEPRIS acumulan cerros de quejas y amparos.

Así pues, la pregunta para el Comisionado Alejandro Svarch es: ¿tiene remedio la COFEPRIS?, el regulador tiene un proyecto de transformación digital del que se sabe poco. Este humilde escribano solicitó al vocero Alex Molina información sobre dicho proyecto, a más de seis meses no he recibido respuesta alguna. Así mero como en el caso de los registros sanitarios, la autoridad hace mutis.

Los datos proporcionados por la ASF son tan sólo una mancha más al tigre de la tendencia de deterioro por la que atraviesa la COFEPRIS, esperemos que pronto encuentren una solución definitiva, miles de empleos y la salud de los mexicanos depende de ello. En tanto, aprovechare el semáforo verde pandémico para irme a comprar unos audífonos machuchones. Hasta la próxima.