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Opinión

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38 años de contención salarial

Otra vez como ocurre desde hace 38 años, el gobierno federal impuso una política salarial que reduce los ingresos de los trabajadores y apuesta por incentivar las inversiones privadas y la obtención de ganancias al capital.

La Comisión Nacional de los Salarios Mínimos decidió que el salario para este año apenas aumentara 2.18 pesos por día, para un salario (en la zona geográfica A) de 70.10 pesos diarios, lo que equivale a un ingreso mensual de Mensual 2,103 pesos.

Es a todas luces un salario insuficiente, como han repetido hasta el cansancio investigadores críticos como el Centro de Análisis Multidisciplinario de la UNAM. En el reporte más reciente de este centro de investigación se resalta que 66 por ciento de la población ocupada tiene salarios de entre uno hasta tres salarios mínimos, esto es, que dos de cada tres personas con ocupación laboral ganan menos de 6,300 al mes, cuando la canasta alimentaria recomendable cuesta 5,775 presos al mes. Esta gasto corresponde solo al alimento; como cualquiera sabe, hay que sumar el gasto en servicios domésticos (gas, luz, agua), transporte, ropa, salud, educación, esparcimiento, etcétera.

1977 fue el último año cuando el salario mínimo en México tuvo un crecimiento real. De entonces a la fecha, el salario mínimo para los trabajadores mexicanos ha perdido más de 78 por ciento de su valor real. Los trabajadores mexicanos tenemos 38 años con políticas continuas de deterioro salarial.

Este deterioro es tan evidente que hasta la OCDE ha denunciado que en México se paga el salario mínimo más bajo entre todos los países de ese organismo. El bajo salario no es, como es obvio, un fenómeno natural como El Niño, una maldición bíblica o una política pública inevitable. Es una política decidida por el Estado mexicano para quitar de manera deliberada proporciones más grande de la riqueza nacional destinada a salarios, para transferirla a las ganancias del capital. Es una política que pretende atraer inversión privada con el incentivo de obtener ganancias más jugosas que en otros territorios donde se invierte el capital.

Basta ver la publicidad que difunde ProMéxico y cómo uno de los incentivos que más se destacan es el bajo costo de la mano de obra en México, por debajo de China.

Es una política criminal e ilegal, pues con esta política de contención salarial impuesta desde hace 38 años, se viola de modo flagrante la Constitución mexicana: en su artículo 123 se establece que los salarios mínimos generales deberán ser suficientes para satisfacer las necesidades normales de un jefe de familia, en el orden material, social y cultural, y para proveer a la educación obligatoria de los hijos .

Es obvio que esto no se está cumpliendo. Por el contrario, los salarios mínimos que se pagan en México están deteriorando de modo evidente la calidad y la posibilidad de una vida digna para quien vive de su fuerza de trabajo; estos salarios no pagan siquiera el costo de la reproducción de la mano de obra, aumentando así la explotación del trabajo vivo. Son 38 años ya de una política de mayor explotación y aumento del despojo del trabajador. Y merece también un ya basta.

@rmartinmar

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