Tres estrategias clave para que las empresas impulsen el progreso de las mujeres

La equidad de género en la ciencia y la tecnología no solo mejora los resultados empresariales, sino que también transforma la vida de millones de mujeres y niñas en todo el mundo. Sin embargo, en un mundo diseñado para los hombres, su seguridad, salud y bienestar aún son desafíos pendientes.

De acuerdo con un artículo de Nigina Muntean, Jefa de Innovación en el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), publicado por el Foro Económico Mundial, se destaca la importancia de incluir a las mujeres y niñas en el proceso de innovación y desarrollo tecnológico

Las estadísticas revelan la magnitud del problema:

• Las mujeres tienen un 73 % más de probabilidades de sufrir lesiones en accidentes de tránsito porque los sistemas de seguridad automotriz están diseñados para cuerpos masculinos. 

• En la salud, las mujeres tardan en promedio cuatro años más que los hombres en recibir diagnósticos precisos y experimentan casi el doble de efectos adversos a los medicamentos debido a su subrepresentación en ensayos clínicos. 

• En el ámbito de la inteligencia artificial (IA), el 85 % de los proyectos presentan sesgos que pueden reforzar estereotipos de género y afectar negativamente su bienestar.

Para cerrar estas brechas, la Alianza Equity 2030, una iniciativa del UNFPA, ha identificado tres estrategias clave que las empresas pueden adoptar para garantizar que la equidad de género sea una prioridad en sus procesos de innovación y desarrollo:

1. La equidad por diseño como estrategia empresarial

Integrar la equidad de género en todas las etapas del ciclo de diseño de productos y servicios no solo impulsa la innovación, sino que también fortalece la confianza del consumidor. Las empresas que priorizan la diversidad en sus desarrollos pueden generar conexiones más profundas con su público y ampliar su base de clientes. Adoptar un enfoque centrado en las mujeres desde la investigación hasta la comercialización puede resultar en soluciones más inclusivas y efectivas.

2. Metas medibles para una rendición de cuentas sostenible

El cambio estructural requiere compromiso y monitoreo constante. Implementar objetivos claros y medibles permite evaluar el impacto de las iniciativas de equidad de género dentro de una empresa. La recopilación de datos es fundamental para demostrar resultados concretos y garantizar que las estrategias no sean solo declaraciones de intenciones, sino acciones tangibles que contribuyan al progreso social y económico.

3. Invertir en equidad de género

Atender las necesidades de las mujeres no solo es una cuestión de justicia social, sino también una inversión rentable. Se estima que mejorar la equidad de género en la salud podría añadir billones al PIB global, pero actualmente solo el 1 % de los fondos mundiales de investigación y desarrollo se destinan a enfermedades específicas de las mujeres. Además, existe una brecha de financiamiento de 1.7 billones de dólares para pequeñas empresas lideradas por mujeres, lo que representa una gran oportunidad para desarrollar soluciones financieras inclusivas.

Un futuro con equidad requiere colaboración

De acuerdo con el artículo del Foro Económico Mundial, cerrar la brecha de género en la ciencia y la tecnología, es imprescindible una colaboración sostenida entre los sectores público y privado. A través de alianzas estratégicas, inversiones focalizadas y acciones concretas, se puede construir un futuro en el que la equidad de género sea una realidad.

Este 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, no solo debemos eflexionar sobre los desafíos que enfrentan las mujeres, sino también ver una oportunidad para que las empresas asuman un rol activo en la construcción de un mundo más inclusivo y justo para todas y todos.