Telcel rechaza la creación de nuevas regiones celulares para llevar internet a marginados

Telcel manifestó su desacuerdo con la creación de 320 nuevas áreas geográficas celulares, que en proyecciones del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) apoyarían sobre todo la penetración de Internet en zonas rurales y de alta marginación, con la aparición de nuevos operadores de telefonía e Internet móviles y paquetes de servicios orientados a ese tipo de poblaciones.

La compañía argumentó la posibilidad de que se generen interferencias técnicas constantes al existir más de un operador en territorios celulares de menor tamaño como propone el IFT, lo que obligaría entonces al establecimiento de más bandas de guarda entre una y otra área celular, y ello implicaría que los operadores, nuevos y ya establecidos e independientemente de su poder financiero, incurran en gastos extras para evitar esos inconvenientes técnicos, al mismo tiempo que las frecuencias de espectro no estarían explotándose de la manera más eficiente, como es misión del IFT.

Para evitar interferencias y hacer financieramente sostenible una operación celular tras la existencia de las APSs, Telcel también recomendó incluir un componente de densidad poblacional para asignar bloques de espectro bajo la modalidad de Áreas Parciales de Servicio.

“El fragmentar las áreas de servicio, en los términos propuestos, conllevaría a mayores restricciones técnicas, ya que se requerirá proteger de interferencias en las fronteras entre bandas de frecuencia, donde se tengan dos operadores, necesitando una banda de guarda o bien una zona geográfica donde ninguno de los operadores pueda usar el espectro (...) En caso de que el IFT  implemente la segmentación de espectro por APS, deberá considerar el doble de la distancia propuesta para mantener una zona libre de interferencia con los operadores en la frontera contigua del APS”, dijo Telcel.

Telcel, la compañía celular con el mejor nivel de Ebitda e ingreso por usuario en México y también con el 46.78% de todo el espectro disponible en su poder, indicó que es obligación del Estado llevar Internet a los mexicanos marginados de este servicio:

"Reiteramos que es menester que el gobierno federal, a través de Financiera para el Bienestar, realice las inversiones correspondientes en las localidades marginadas del país y proporcione los servicios en ellas, contribuyendo así a la reducción de la brecha digital (...) La actual asignación del espectro nacional, por región celular y por ABS, permite a los operadores prestar los servicios tanto en zonas urbanas como en aquellas localidades marginadas”.

El Instituto Federal de Telecomunicaciones valora la posibilidad de que el territorio mexicano se divida en un mayor número de áreas de cobertura celular, para que después de este año convivan las 9 regiones celulares y las 65 Áreas Básicas de Servicio (ABS) que siempre han existido y cuyo alcance es regional y/o estatal, más 320 nuevas Áreas Parciales de Servicio o APSs que pudieran, incluso, ser del tamaño de uno o dos municipios.

El IFT sustenta que una subdivisión más profunda del territorio mexicano en materia de telecomunicaciones, con la creación de estas 320 APSs, permitirá que empresarios de menor escala puedan comprar espectro radioeléctrico por el que puedan pagar por su explotación y que al mismo tiempo también tengan recurso para desarrollar infraestructura en regiones donde conocen mejor su mercado.

La intención del IFT por crear nuevas áreas geográficas celulares también es resultado de que el elevado precio que pagan las empresas como AT&T o Telcel, ha obstaculizado que otras empresas de menor o igual tamaño puedan comprar bandas para volver más competitivo el mercado con nuevas ofertas para el consumidor, lo que se traduce como una barrera a la competencia.

La aparición de las Áreas Parciales de Servicio propiciaría que la penetración de Internet crezca en zonas menos atendidas por la industria, según el IFT. 

El Instituto Federal de Telecomunicaciones propone así que el tamaño de una APS sea de hasta 200 kilómetros cuadrados, tanto como el tamaño combinado de las alcaldías Iztapalapa y Gustavo A. Madero de la Ciudad de México, donde existen al menos 35 puntos Wi-Fi gratuitos por kilómetro cuadrado; pero también una APS es equivalente al territorio de la alcaldía rural de Milpa Alta, donde sólo existen 1.5 puntos gratuitos de Wi-Fi, ejemplo de que el IFT quiere que con las APSs crezca la cobertura celular por todo México, especialmente hacia las zonas deprimidas.

Hacia el año 2023 existían en México un total de 8.61 millones de hogares ubicados en zonas rurales y una población allí de 31.50 millones de personas. De toda esa muestra, unas 25 millones de personas siguen sin un acceso digno a internet y de ellas, 8.5 millones apenas habrían tenido acceso a ese servicio.

Con la existencia de un Área Parcial de Servicio, un operador de menor poder financiero podría atender un territorio, por ejemplo, de dos municipios y explotar espectro radioeléctrico suficiente para ese tamaño de cobertura. El operador además pagaría una menor carga fiscal por sus frecuencias y el ancho de banda de éstas pudieran ser de entre 5 y 10 MHz, suficientes para atender con un servicio digno de internet móvil a esas localidades.

El Instituto Federal de Telecomunicaciones ha deslizado que en las APSs podrían asignarse frecuencias de la banda radioeléctrica de los 600 MHz, esto por su enorme poder cobertura territorial y con esa naturaleza técnica llegar a más mexicanos sin exprimir demasiado los recursos financieros de los operadores.

El IFT tiene una canasta con distintas bandas radioeléctricas, unas más óptimas que otras para servicios de cobertura, penetración o transporte de datos. 

Entre ellas, el regulador estudia todavía llevar a concurso espectro en los 600 MHz y 3.5 GHz, pero también en los 2.5 GHz y en los 1.7/2.1 GHz, y en los 850 MHz y 1.5 GHz.