Mundial de Clubes: un mundo desigual

Es un Mundial en el que no están los mejores del mundo. Un torneo que, si bien cuenta con los campeones de las seis confederaciones del planeta más el campeón del país anfitrión, en este caso Japón, enfrenta a los clubes más poderosos con equipos que se encuentran lejos del primer plano.

Las nóminas, la historia, el valor de las Ligas y la posición que ocupan en la clasificación de la Federación Internacional de Historia y Estadística (IFFHS) son sólo algunas de las diferencias que señalan un Mundial de Clubes nada parejo.

En el certamen se encuentra el mejor equipo del mundo, el Barcelona, aunque también aparece el Auckland City, que se ha coronado en tres ocasiones como el mejor de Oceanía, pero ocupa el lugar 327 de la IFFHS.

El campeón japonés Kashiwa Reysol, que venció al ganador de Oceanía en el duelo preliminar y enfrentará a Monterrey, también está alejado de los primeros puestos: se coloca en el lugar 298. Los Rayados son el número 62, mientras que el Santos brasileño es el 10.

LIGA VS LIGA

Pero no sólo las distancias de la clasificación de clubes son gigantescas, el ranking de las Ligas también demuestra las diferencias del Mundial de Clubes.

Los éxitos internacionales del Barsa y otros equipos españoles ocasionaron que la española sea la mejor Liga del orbe. Detrás se encuentran el Brasileirao (4), la Liga mexicana (12), la Liga japonesa (27), el campeonato de Túnez (41), la Liga de Qatar (55) y la Liga de Nueva Zelanda (109), la última de la lista.

Las nóminas de los equipos también se encuentran desequilibradas. Basta decir que los 606.1 millones de euros en los que se tasa la plantilla del conjunto español superan el valor de los otros seis equipos participantes, que en suma se aproximan a los 212.3 millones de euros.

Lionel Messi es el jugador más caro del Mundial, con una carta de 100 millones de euros, que equivalen a casi cuatro veces el valor total de la Liga de Nueva Zelanda. La Pulga es 15 veces más caro que Humberto Suazo, el jugador más valioso del Monterrey.

Los 30 millones de euros que vale Neymar, la máxima figura del Santos, casi triplican los 11.775 millones que cuesta todo el plantel del Kashiwa, posible rival de los brasileños en caso de que el campeón nipón venza a los regios.

Barcelona y Santos no sólo tienen las mejores nóminas, ligas e historia, cuentan con una ayuda por parte de los organizadores. Con sólo observar el rol de juegos se puede constatar que es un torneo diseñado para que la final la disputen el campeón de la Liga de Campeones de Europa contra el monarca de la Libertadores.

A excepción del Mundial del 2010, cuando el Mazambe de Congo se coló hasta la final donde perdió contra el Inter de Milán, la última instancia siempre la han disputado los campeones de la UEFA y la Conmebol.

¿Habrá sorpresas este año?

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