El de rugby, Mundial de la fiereza y de los sueños

Rugby no sólo es fiereza, fuerza, poder y sangre. También representa anhelos, sueños de debut. Transmite cultura, entrañas y espíritu ancestral. La Copa Mundial de Rugby 2011 en Nueva Zelanda reúne las cualidades antes descritas a través de Rusia y los anfitriones, perspectivas opuestas en jerarquía, aptitudes y posibilidades.

Rusia, lugar 19 del orbe, competirá por primera ocasión en un torneo de esta envergadura. Otrora potencia deportiva cuando fueron Unión Soviética, esperaron 19 años para participar en este torneo.

Pablo Septién, presidente del equipo mexicano Wallabies RFC, al ser entrevistado por El Economista, opinó: Difícilmente podemos esperar una gran actuación. En el rugby sí se ve una amplia diferencia entre los equipos que van llegando y los que se van rozando con la élite del rugby .

La raza guerrera

De abolengo maorí, pueblo colonizado por británicos, pero de corazón guerrero, All Blacks representa a Nueva Zelanda, quien organizará la séptima edición de la Copa Mundial que inicia mañana.

En el rugby, All Blacks honra el carácter y espíritu combatiente de los maoríes. Bruce Hemara, exelemento del equipo, refirió que el jugador proveniente de la cultura maorí es instintivo, agresivo y bastante guerrero .

Nueva Zelanda, amplio favorito, intentará adjudicarse su segunda Copa Mundial. Deberá imponerse a los deseos de otras 19 naciones, entre las que se encuentran gigantes como el campeón defensor Sudáfrica, Australia, Inglaterra, Gales, Francia, Irlanda, Argentina, Italia, Escocia, Canadá, Tonga, Fiji, Georgia, Samoa, Japón, Rumania, Estados Unidos, Namibia y Rusia.

Concerniente a las posibilidades de los equipos americanos, Septién menciona que para Argentina será un resultado positivo llegar a cuartos de final. EU y Canadá aspiran a una o dos victorias .

Septién cree que en el Mundial habrá un buen nivel de juego, muy rápido y en el que los grandes equipos muestren su poderío .

La Copa Mundial 2011 de Nueva Zelanda se jugará en 11 ciudades. La final se celebrará en Auckland. El banco central neozelandés estima que el evento tendrá una derrama económica de 580 millones de dólares; 4,000 millones de personas verán el tercer mayor certamen en ganancias económicas detrás del Mundial de Futbol y los Juegos Olímpicos.