Reconocen a mujeres de grandes trincheras

La sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes estaba repleta. Dos serían los recitales antes de la ceremonia de homenaje y entrega del Premio Coatlicue 2019, para reconocer a mujeres destacadas por su labor como artistas, científicas, como comunicadoras y defensoras de los derechos humanos.

Dicho preámbulo estuvo a cargo del Dúo Ditirambo, integrado por la violinista española Nohelia Gómez y el guitarrista mexicano Alfonso Aguirre, quienes interpretaron un repertorio exclusivamente compuesto por mujeres, incluyendo un par de temas para un solo instrumento, guitarra o violín, que motivaron grandes ovaciones.

Lo mismo sucedió con la presentación de la Orquesta de Guitarras de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Autónoma de Querétaro que, como si se tratara de una sola mente musical, cautivó con dos composiciones de autoría femenina.

Las compositoras interpretadas y homenajeadas esa tarde fueron Claudia Herrerías, Lillian Fuchs, Clarice Assad, Marisa Manchado, Laura Chávez Blanco y Roselia Jiménez Pérez, quien también sería distinguida con un Premio Coatlicue; así como Leticia Armijo, quien además es directora general del Colectivo Mujeres en la Música AC y de la Coordinadora Internacional de Mujeres en el Arte (ComuArte), organizadores de los premios.

Premio coatlicue

“En este día, estamos revindicando los logros del feminismo y las luchas sociales, así como homenajeando a las pioneras tanto de las artes como de las ciencias”, dijo la impulsora del encuentro, Leticia Armijo, para dar la bienvenida al recital que enseguida dio paso a los homenajes.

La pintora y escultora mexicana María Lagunes, reconocida nacional e internacionalmente, fue la primera en ser reconocida con el Premio Coatlicue en la categoría de Artes Visuales. La artista no pudo estar en la ceremonia debido una exposición en Roma, Italia. En su representación, la investigadora en Historia del Arte Laura González Matute subió al escenario para recibir la distinción y leer las palabras de agradecimiento. El premio Mujeres en la Ciencia, en su cuarta edición dentro de los galardones Coatlicue, le fue entregado a la doctora en química Lena Ruiz Azuara, quien ha desarrollado cuatro patentes internacionales y dos nacionales, además de una serie de metalofármacos para terapias de cáncer que ya está siendo probada en seres humanos. Asimismo, ha recibido el Premio Nacional de Química 1997, entre muchas otras distinciones, y en su honor fue creado el Premio Lena Ruiz Azuara.

La bailarina y coreógrafa Silvia Unzueta fue la siguiente honrada. De ella se destacó que es “autora de más de 40 memorables coreografías que exploran a partir de la danza-teatro las relaciones personales, las grandes obras de la literatura y las problemáticas nacionales”. Se dijo que su trabajo sobre las tablas “representa a la danza más combativa de todas: la que se hace todos los días, con o sin recursos, la que se vale del conocimiento, la sensibilidad, el estudio, talento y empeño”.

Unzueta fue breve. Reconoció que el premio en sus manos señala el quehacer de las mujeres en el arte, la ciencia y la cultura. También se dijo agradecida por convertirse hace 20 años en la única mujer cercana a ComuArte en dar coreografía a la Compañía Nacional de Danza.

Mensajes de lucha

En el área de literatura, el reconocimiento recayó en la poeta y escritora sinaloense Beatriz Saavedra Gastélum, con cinco libros de poemas publicados y traducciones a lenguas indígenas, francés, inglés, holandés y alemán. Actualmente dirige el Taller de Creación Literaria Alicia Reyes, en la Capilla Alfonsina.

Fue retórica pero combativa en su discurso. “Ser escritora en un momento histórico, donde las mujeres han dejado su seguridad de lado para salir al mundo, donde ponerse simplemente a abrir la boca, abrir la puerta, es una humillación; utilizar la consciencia y la palabra como un carácter constante de conocimiento del mundo y de autoconocimiento es un deber”, clamó en su lectura poética.

La periodista y comunicadora Ana Lilia Pérez Mendoza recibió el Premio Coatlicue por su reconocido trabajo en el ámbito de los medios de comunicación, por sus reportajes sobre temas como corrupción, lavado de dinero, migración y el sector energético. Fue ganadora del Premio Nacional de Periodismo en el 2010 por el libro Camisas Azules, manos negras. El saqueo de Pemex desde Los Pinos. En el 2010 fue considerada por la International PEN’s como escritora víctima de persecución política, a la par de que vivió en el exilio hasta los recientes meses.

“Hacer periodismo en México no es tarea fácil (...), es enfrentarte al riesgo de ejercer la profesión en uno de los países que están considerados como uno de los más violentos para la prensa. Siguen asesinando periodistas en este país y, sin duda, garantizar la protección del gremio es uno de los grandes pendientes que tiene este gobierno”, instó la homenajeada”.

El premio en el rubro de la música fue entregado a la compositora indígena y diputada federal Roselia Jiménez Pérez, quien pugnó por los pueblos originarios de México. “Nunca vamos a desaparecer así como somos nosotros: historia, sabiduría, costumbres, cosmovisión. Somos los latidos del corazón de México”, dijo antes que dedicar el galardón a las mujeres de México.

Por último, se entregó una mención honorífica para la luchadora social y tejedora tzotzil Juana Bernarda Hernández Gómez.

ricardo.quiroga@eleconomista.mx