En Guadalajara, las mejores películas fueron las más raras

Las mejores películas del 25 Festival Internacional de Cine de Guadalajara fueron las más raras: cintas freaks que no ganaron premios y que arrastran los más grandes errores fílmicos, propios de cineastas novatos, pero que representan lo nuevo y lo más arriesgado del cine nacional.

Es el caso de Somos lo que hay, de Jorge Michel Grau, una cinta de en realidad debería llamarse Caníbales en el DF, sobre una familia que come carne humana como parte de un rito satánico.

Otro caso es Depositarios, de Rodrigo Ordóñez, una historia futurista que de tan loca, raya en el delirio absoluto. En la película cada uno de nosotros tenemos un depositario , un gemelo sobre el que recaen todas nuestras frustraciones y malos sentimientos.

Cine y artes visuales

De hecho, una de las películas más raras, Perpetuum Mobile, de Nicolás Peredo, fue la ganadora del premio a la Mejor película mexicana de ficción.

Perpetuum Mobile es la historia de unos tipos que se encargan de hacer mudanzas en la ciudad, pero contrario a lo que se pueda pensar, es una película donde lo más importante son los tiempos muertos, de espera, donde nadie, en apariencia, hace nada.

Su director, Nicolás Peredo, más que un cineasta es un artista visual. En México es un virtual desconocido, pero en el extranjero su obra es muy apreciada y sus películas se presentan en los mejores festivales internacionales.

Otro cineasta mexicano, Rubén Imaz, se considera también un artista, y su película Cefalópodo ganó el Mayahuel a la Mejor ópera prima mexicana, y su protagonista, Unax Ugalde, el premio por el Mejor actor.

Cefalópodo destaca las imágenes y las emociones sobre los diálogos, es una gran película pero no es una ópera prima: Imaz ya filmó y estrenó Familia Tortuga.

Carlos Carrera fue el ganador del premio al Mejor director por De la infancia, una de sus mejores películas, y Damián Alcázar, el más grande actor de México, el Mayahuel por Mejor actor.

La nueva película de María Novaro, Las buenas hierbas ganó algunos premios: Mejor actriz para Úrsula Pruneda, y Mejor guión.

Rabia, la película producida por el mexicano Guillermo del Toro obtuvo tres premios: Mejor director iberoamericano para el ecuatoriano Sebastián Cordero; Mejor actor mexicano para Gustavo Sánchez Parra (premio que comparte con el boliviano Pascual Loayza de la cinta Zona Sur), y Mejor fotografía para Enrique Chediak, (que comparte con el brasileño Mauro Pinheiro Jr. de la película Os famosos e os duendes da morte, producción Brasil-Francia).

jbadillo@eleconomista.com.mx