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Describen los lujos en la vida del Chapo
La opulencia con la que vivió el narcotraficante mexicano a principios de la década de 1990 fue descrita al detalle por Miguel Ángel Martínez, El Tololoche, un mexicano que fue su mano derecha de 1986 a 1998.
Joaquín El Chapo Guzmán disfrutaba de casas en cada playa, al menos cuatro jets en los que transportaba millones de dólares, un yate llamado El Chapito, un zoológico y se sometió a un método de células rejuvenecedoras en Suiza, relató un testigo el martes durante el juicio a Guzmán que se celebra en Brooklyn.
La opulencia con la que vivió el narcotraficante mexicano a principios de la década de 1990 fue descrita al detalle por Miguel Ángel Martínez, El Tololoche, un mexicano que fue su mano derecha de 1986 a 1998.
Las operaciones del cártel de Sinaloa, que supuestamente dirigía Guzmán, llegaron a ser tan lucrativas que éste llegó a regalar más de 50 coches a sus empleados una Navidad, dijo Martínez.
Según aseguró, cada empleado podía escoger un auto entre tres modelos diferentes: Thunderbird, Cougar y Buick.
“(El negocio) era el mejor del mundo”, testificó el mexicano. “Se agarró el boom cocainero”.
Martínez relató cómo los millones que entraban al cártel eran muchos, pero los que salían también eran bastantes.
El Chapo tenía cuatro o cinco mujeres diferentes, varias familias que mantener y empleados a los que pagar.
El testigo explicó cómo una de sus labores era ir a recoger entre ocho y diez millones de dólares que llegaban cada mes a la Ciudad de México en cada jet que tenía Guzmán y luego colocarlos en maletas que llevaba a los bancos para depositarlos allí.
Según El Toloche, él y el Chapo viajaron por todo el mundo, desde Europa, Hong Kong, Estados Unidos y Japón a toda Latinoamérica, y Guzmán le pagaba 1 millón de dólares cada diciembre.