Con RSE, las extranjeras seducen a AMLO

La responsabilidad social está siendo aprovechada por empresas extranjeras con operaciones en México para llamar la atención del presidente López Obrador, en un movimiento audaz que contrasta con el desconcierto del que no terminan de salir las empresas mexicanas.

Como primera gran inversión en este sexenio sonaron los 154 millones de dólares de la suiza Nestlé para un centro de producción en Veracruz, anunciados a través de un video compartido por López Obrador en internet.

La empresa, por supuesto, no desaprovechó el momento para destacar las bondades sustentables de la nueva planta, como la recuperación de todo el bagazo de café para producir energía, el tratamiento de agua y el uso de energía eléctrica 100% renovable.

En energías limpias brilló la canadiense Hydro-Québec, que desde diciembre pasado anunció un acuerdo con el gobierno federal para modernizar las 60 hidroeléctricas del país, destacando el incremento en la producción de energías limpias, por un lado, así como la posibilidad de reducir el precio en el servicio de luz de los hogares, como consecuencia natural.

Este convenio fue formalizado en Palacio Nacional, donde López Obrador no dejó de reconocer el beneficio al “medio ambiente, porque es energía limpia y es barata”.

Siguiendo con el desfile de extranjeras, a principios de enero la automotriz china Baic anunció la construcción de su primera planta en México para el 2020, con el potencial de generar hasta 2,000 empleos. Aunque todavía no se define el lugar en que se instalará la planta, la empresa analiza llegar al sur del país, en congruencia con la visión del gobierno de López Obrador de apuntalar el sureste del país con más inversiones para combatir la brecha que existe con el norte.

Hace unos días, la estadounidense Pfizer anunció 25 millones de dólares de inversión en México para este año, de los que 2 millones, es decir, 8%, se destinarán a proyectos de impacto social, principalmente en educación.

El presidente de la farmacéutica en México, Rodrigo Puga, aprovechó para señalar que buscan “acompañar la propuesta del gobierno federal” y se sumó al programa Jóvenes Construyendo el Futuro, con 250 ofertas de capacitación.

La estadounidense Petco es otra que ha anunciado inversiones por 20 millones de pesos para abrir 20 tiendas en ciudades como Cancún, Villahermosa y Tijuana, destacando como elemento fundamental para su expansión el programa de adopciones que tienen en alianza con diversas organizaciones de rescate animal. Grupo Gigante opera esta marca en el país, lo que nos habla de un caso nacional de confianza manifiesta.

En contraste, Fibra Prologis, filial de la estadounidense Prologis, anunció freno para las adquisiciones de naves industriales en México, debido al entorno de volatilidad.

Mientras todo esto ocurre, la mayoría de las empresas mexicanas se mantiene entre la incertidumbre y el temor, dejando pasar una oportunidad valiosa para cerrar filas con el nuevo gobierno y manifestar un respaldo decisivo al desarrollo social del país.

Han faltado, incluso, muestras más contundentes de respaldo al enfoque social que abandera la nueva administración federal de parte de los ocho hombres de negocios que integran el Consejo Asesor del presidente, entre los cuales se encuentran Ricardo Salinas Pliego, dueño de TV Azteca; Bernardo Gómez, copresidente ejecutivo de Televisa; Carlos Hank González, presidente del Consejo de Administración de Banorte, y Daniel Chávez, fundador de Grupo Vidanta.

Es hora de que los empresarios mexicanos entiendan la oportunidad que se les presenta y aprovechen el momento para fortalecer su relación con el gobierno, a través de la correcta gestión y comunicación de su responsabilidad social.

*Director general de Expok, agencia de asesoría y comunicación en responsabilidad social y sustentabilidad.