Karl y el efecto que viene

Como suele suceder en esta época del año, los huracanes están haciendo acto de presencia y su impacto cada vez es más devastador.

Yo tuve la fortuna de vivir en los estados de Tamaulipas y Veracruz por muchos años y me tocó, por supuesto, ser testigo de múltiples huracanes, sin embargo, la fuerza de los mismos se ha venido incrementando en los últimos años.

Las imágenes que hemos podido observar son realmente lamentables y las cifras son un reflejo de la situación que se vive actualmente, principalmente en el estado de Veracruz: más de 40,000 personas han sido evacuadas de sus hogares ante las inundaciones que en algunos casos rebasaron el metro de altura, el acceso es por demás complicado y esto ha demorado el arribo de la ayuda, los alimentos y víveres en general empiezan a escasear y los saqueos se han hecho presentes.

El sector turismo seguramente resentirá el efecto de las inundaciones, y será hasta después de que se restablezcan todos los servicios cuando empiece a recuperarse el flujo de viajeros.

Esto es una mala noticia para la industria turística si se considera que la violencia y la incertidumbre ya han hecho su parte ahuyentando a los visitantes.

De hecho, la principal actividad económica de Veracruz es la de comercio, restaurantes y hoteles, que genera cerca de 20% del PIB del estado.

Por cierto, el partido de futbol entre los Tiburones Rojos de Veracruz y el Club Irapuato programado para el fin de semana pasado, tuvo que suspenderse precisamente por la presencia del huracán Karl, lo que influye sobre la actividad comercial de la localidad.

No hay que olvidar la vocación pesquera y agrícola del estado de Veracruz, sectores que también se verán mermados por el paso del huracán Karl.

La actividad primaria representa 10% del PIB de la economía estatal y convierte a Veracruz en uno de los proveedores más importantes de alimentos y materias primas agroindustriales para el país.

En el terreno agropecuario, Veracruz ocupa uno de los tres primeros lugares a nivel nacional en la producción de caña de azúcar, naranja, piña, papaya, chayote, hule, arroz, vainilla, café, limón, mango y plátano.

En la parte pecuaria, Veracruz cuenta con el mayor acervo de ganado bovino del país y es el principal abastecedor de ganado en pie para el Distrito Federal.

Así, algunos de estos productos podrían sufrir incrementos en precios en virtud de la afectación de los campos de cultivos.

El sector energético también se ha visto impactado por Karl. De acuerdo con información de Pemex, se tuvieron que cerrar 14 pozos de producción en el estado y se evacuaron varias plataformas ante el riesgo que implicó el incremento de la potencia del oleaje y los vientos que alcanzaron niveles de hasta 195 kilómetros por hora.

Aunque es muy difícil por el momento saber cuál será el verdadero impacto económico de Karl, el Gobernador del estado ha comentado que, con la información disponible, las afectaciones a casas, negocios, carreteras, puentes, escuelas, agricultura, ganadería e industria ascenderá a 50,000 millones de pesos, cifra que, como sucede en estos casos, podría incrementarse en la medida en que pase el tiempo y se tengan elementos para una valoración más precisa.

La buena noticia es que al no ser nuevo este tipo de eventos, se tienen contemplados fondos y programas encaminados a restablecer la normalidad en un periodo relativamente corto.

De esta forma, se empezarán a observar transferencias y subsidios que detonarán una mayor obra pública, gasto en construcción y reconstrucción de áreas afectadas. Esperemos que así sea y que pronto veamos un Veracruz próspero y mejor preparado para hacer frente a estos fenómenos de la naturaleza.

*Manuel Guzmán M. es economista en Jefe de Ixe Grupo Financiero. Su opinión no representa necesariamente la posición de la institución.

mguzman@ixe.com.mx