El estado de flujo de efectivo

Muchas personas, incluso las que tienen un buen nivel de ingresos, se quejan de que el dinero no alcanza para nada. Pues bien, la herramienta que precisamente sirve para ver de dónde viene y hacia dónde se va ese dinero que hemos ganado con tanto esfuerzo es el estado de ingresos y egresos (también llamado estado de flujo de efectivo).

Mientras que el balance personal nos permite calcular nuestra posición financiera en un momento determinado (es una fotografía), el estado de ingresos y egresos nos sirve para mostrarnos el flujo de ingresos y egresos en un periodo dado de tiempo (usualmente mensual o anual).

Construirlo implica tres sencillos pasos que enunciamos a continuación:

Hacer una lista de nuestros ingresos

Debemos listar todas las fuentes que nos generaron ingresos durante dicho periodo.

El ingreso más común de la mayoría de las personas es el salario, el cual se suele recibir neto, es decir, después de los impuestos.

Sin embargo, existen otros ingresos (como los honorarios) que se reciben con una retención parcial, por lo que es importante calcular adecuadamente el monto total de impuestos que deberemos de pagar sobre los mismos.

Hay otras fuentes de ingresos como pueden ser comisiones, bonos, intereses, dividendos, regalos recibidos, pensiones, herencias, etcétera.

Todas las fuentes de ingreso deben ser listados con el fin de que nuestro estado de ingresos y egresos sea preciso.

Hacer una lista de nuestros egresos

Esta lista nos permitirá ver cómo hemos gastado nuestro dinero. La mejor forma de hacerlo es asignar a cada movimiento una categoría de gasto.

Algunos de nuestros gastos son fijos como la renta o pago de hipoteca y las primas de seguros, por lo que podremos asignarles una cifra precisa.

Sin embargo, para evaluar nuestros gastos variables con una cierta precisión, lo mejor es utilizar los recibos o estados de cuenta que hayamos conservado de meses anteriores: de esta forma podremos obtener una idea bastante clara de hacia dónde se va nuestro dinero.

Determinar si existe excedente o un déficit

Si al restar nuestros egresos de nuestros ingresos obtenemos un número positivo, este es un excedente.

Si obtenemos un número negativo, estamos en déficit (nuestros gastos son mayores que nuestros ingresos).

Un déficit puede ser financiado mediante un activo (como nuestro fondo para emergencias o efectivo) o bien a través de un préstamo.

En ambos casos, nuestro patrimonio se ve disminuido. Por el contrario, un excedente lo incrementa siempre que sea usado para aumentar nuestros ahorros, adquirir activos adicionales o bien pagar créditos.

¿Para qué nos sirve el estado de ingresos y egresos?

El estado de flujo de efectivo nos permite ver si hemos sido exitosos viviendo con el ingreso que tenemos.

Si el excedente es pequeño o tenemos un déficit, debemos evaluar un posible recorte a nuestros gastos.

Resulta importante recordar que los gastos fijos suelen ser muy difíciles de disminuir, no así los gastos variables, muchos de los cuales con frecuencia con discrecionales (por ejemplo: entretenimiento, comidas en restaurantes, etcétera.)

Otra opción puede ser elevar nuestros ingresos mediante algún trabajo de medio tiempo o de fines de semana, aunque esto normalmente funciona en el corto plazo.

También se puede hacer preparándonos mejor con el fin de competir por una promoción o bien, buscar un mejor empleo.

Finalmente, es necesario comentar que el estado de ingresos y egresos no sólo es una herramienta importante que nos permite determinar nuestro patrón de gastos, sino que es un punto de partida para la elaboración de un presupuesto que gradualmente nos ayduará a mantener nuestras finanzas saludables.

Te invito a que me envíes tus preguntas, dudas y comentarios a través de mi página en Internet: www.planeatusfinanzas.com