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Anafam pide aranceles farmacéuticos comunes en el T-MEC
Fabricantes de medicamentos establecidos en México proponen aprovechar las conversaciones del próximo año para definir una política sectorial armonizada en América del Norte.
Foto EE: Archivo
La Asociación Nacional de Fabricantes de Medicamentos (Anafam) pidió alinear los aranceles a productos farmacéuticos con terceros países en el marco del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) para deslocalizar inversiones hacia América del Norte.
En vista de la próxima revisión del T-MEC, planteó que la conclusión lógica es que América del Norte necesita una política farmacéutica para la región: un marco que combine incentivos industriales, armonización regulatoria y un enfoque coordinado de compras públicas para fortalecer la competitividad del sector.
En una carta dirigida a la Representación Comercial de Estados Unidos (USTR), la Anafam propuso aranceles diferenciados y un trato preferencial.
“Proponemos alinear los aranceles del T-MEC para favorecer los medicamentos esenciales producidos regionalmente, manteniendo aranceles cero dentro del bloque, al tiempo que se establecen aranceles no preferenciales para terceros países a niveles convenientes y mutuamente acordados”, dijo.
Estos cambios deben considerar las capacidades existentes y la disponibilidad de insumos en América del Norte, así como los compromisos internacionales en el marco de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Para garantizar el acceso libre de aranceles en América del Norte, recomendó además que las partes del T-MEC deben realizar una revisión exhaustiva para negociar e implementar, cuando corresponda, normas de origen coherentes con los objetivos de abastecimiento y manufactura de la región.
La Anafam destacó que el objetivo debe ser estimular la producción local de Materiales de Partida Clave (MCE) e Ingredientes Farmacéuticos Activos (API) y evitar el transbordo de insumos extrarregionales.
En algunos casos, agregó, estas nuevas normas deben incluir los mecanismos de implementación gradual necesarios para que las empresas puedan reestructurar su producción y realizar las inversiones necesarias.
Mientras que los MCE son sustancias iniciales esenciales para sintetizar medicamentos, los API son los compuestos responsables del efecto terapéutico. Ambos conforman la base química que permite producir fármacos seguros, eficaces y de alta calidad.
La pandemia puso de manifiesto las vulnerabilidades que conlleva la excesiva dependencia de Asia en lo que respecta a productos médicos esenciales, MCE y API. “Como resultado, la lógica del nearshoring se ha extendido más allá de los sectores del automóvil, la electrónica o la aeronáutica, y ahora debe incluir los productos sanitarios y farmacéuticos”, dijo la Anafam.
La Anafam agrupa a los principales laboratorios farmacéuticos (nacionales e internacionales) dedicados a la producción, innovación, investigación y desarrollo de genéricos y biosimilares en México. Según sus datos, el mercado de genéricos y biosimilares en el país representa 87% del mercado en volumen y 44% en valor.
La misión de Anafam es impulsar iniciativas a largo plazo para promover las ciencias de la salud, un mejor acceso a los medicamentos para los pacientes y el fortalecimiento de la industria farmacéutica nacional. Además de México, sus miembros también están presentes en más de 60 países en todo el mundo. “Una política farmacéutica norteamericana no solo mejoraría la resiliencia regional, sino que también demostraría que el T-MEC puede evolucionar de un acuerdo comercial a una plataforma de cooperación estratégica en salud pública, innovación y seguridad económica”, sugirió.
Autosuficiencia productiva
Retrospectivamente, según la Anafam, en los últimos cuatro años, la industria farmacéutica ha percibido cada vez más el T-MEC como una señal de que América del Norte pretende construir una base manufacturera más autosuficiente y competitiva.
De ese modo, añadió que el acuerdo, aunque no se centra explícitamente en los productos farmacéuticos, envió un mensaje contundente sobre la integración regional, la cooperación regulatoria y la importancia de las cadenas de suministro resilientes.
El Plan México identifica explícitamente a los productos farmacéuticos como un sector que podría beneficiarse de incentivos industriales, desarrollo de infraestructura y programas fiscales diseñados para atraer inversión.
En tanto, Estados Unidos ha vinculado la producción farmacéutica a sus iniciativas más amplias de la Ley de Ciencia, que buscan reconstruir la capacidad nacional en sectores estratégicos.
La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) ha anunciado un nuevo programa piloto de priorización de ANDA (Solicitud Abreviada de Nuevo Fármaco Genérico) para apoyar la fabricación y las pruebas de medicamentos genéricos en Estados Unidos, una medida similar a la que la Presidencia de México incluyó en una iniciativa legislativa que reforma la Ley General de Salud.
Por su parte, Canadá ha implementado mecanismos de financiación para fortalecer la biofabricación y la producción de vacunas.
La Anafam agrupa a los principales laboratorios farmacéuticos (nacionales e internacionales) dedicados a la producción, innovación, investigación y desarrollo de genéricos y biosimilares en México.