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Comunidad científica, en la incertidumbre
Ante la falta de recursos, habrá fuga de talento, previó Gustavo Del Ángel Mobarak.
La desaparición de los fondos de ciencia e investigación, con el fin de que sus recursos pasen a las arcas federales, podría generar una batalla legal en el corto plazo, además de crear incertidumbre para la comunidad científica y de investigadores del país.
En entrevista, Gustavo Del Ángel Mobarak, investigador del CIDE —uno de los entes afectados por dicha decisión—, dijo que en caso de desaparecer los fondos “el país va a tener una inversión en ciencia, tecnología, innovación y en investigación científica, mucho menor a la que necesita un país para salir adelante. La verdad es que se condena al fracaso”.
El investigador, experto en inclusión financiera, previó que en caso de concretarse la propuesta de liquidación de los 26 fondos enfocados a centros de investigación, habrá problemas jurídicos.
“En el corto plazo será un problema jurídico bastante complicado. Incluso, la misma liquidación de los fideicomisos es muy complicada, ni siquiera la previeron de una forma ordenada, jurídicamente está mal sustentada”, puntualizó.
Del Ángel Mobarak indicó que posiblemente los centros de investigación afectados busquen conseguir más recursos de organismos internacionales; sin embargo, esto será más complicado para los entes dedicados a la ciencia básica, como el Centro de Investigación en Matemáticas.
Cuestionado sobre si sería más transparente que los recursos de esos fondos se integren al presupuesto aprobado cada año, Del Ángel Mobarak indicó que eso no sería así, ya que los montos asignados dependerían de la voluntad política.
“Esos recursos ahora van a ser discrecionales y ese es el otro problema, es decir, sujetos a la voluntad del presidente, sujetos a los ciclos presupuestales y sujetos a los vaivenes políticos. La ciencia y tecnología van a estar sujetas a todo eso”, acotó.
Del Ángel Mobarak resaltó que dicha decisión, en caso de que se apruebe por el Legislativo, afectará la formación de capital humano mexicano en ciencia y tecnología, por lo que es previsible una fuga de talentos.
“Al final veremos cómo resolvemos el problema, pero el asunto no es que resolvamos el problema, sino cómo el Estado está adoptando una política hacia la ciencia y tecnología, donde el mensaje que está mandando es que no le interesan”, apuntó.